Palabras de la tallerista Licda. Emelda Ramos en ocasión de la trigésima octava premiación del Concurso Literario Por Nuestro País Primero y el nonagésimo aniversario de la fundación de la Sociedad Cultural Renovación.

Queridos amigos de Renovación, queridos niños, hijos de Renovación me voy a permitir expresar con sentimiento. Como dominicana puedo decirles algo, en la historia cultural de nuestro país, la cual es joven por cierto, vamos a ver páginas plagadas de fundaciones de sociedades culturales, literarias, amigos de los libros, círculos de lectura, organismos que propenden a eso, logias; es todo un devenir cultural que permea la historia misma del desarrollo de esta colectividad, de este proyecto de república qué concibió Juan Pablo Duarte. No obstante difícilmente entre esos cientos y miles de nombres hermosísimos de sociedades culturales vamos a encontrar una entidad que como Renovación haya perdurado, haya laborado, haya persistido y resistido por 90 años. Lo digo con todos los riesgos que esto suponga. Y aún más, especifico, a todo lo largo de la geografía nacional difícilmente encontramos un pueblo, una capital de provincia como Puerto Plata que se haya preocupado por el desarrollo del pensamiento, de la expresión, de la emoción estética y la capacidad de sentir ante los valores: beldad, bondad, belleza, justicia; difícilmente aparezca un pueblo como éste, que haya anidado una sociedad como la Sociedad Cultural Renovación de Puerto Plata y que pueda exhibir estos frutos fragantes que estamos nosotros viendo hoy. Lo digo sin ningún riesgo esto, porque tengo el privilegio de los años y la experiencia del trabajo cultural no sólo como escritora y como tallerista, por eso puedo decirlo y por eso los felicito a todos los que están aquí a los que ya se fueron y a los que vendrán.
He llegado a universidades a dar conferencias y de pronto dentro de los jóvenes más destacados se acerca uno y me dice: ¿usted me recuerda Emelda Ramos? yo fui de su taller literario de Renovación. ¿Lo ven ustedes?, por sus frutos los conoceréis. Ustedes perdonen que tome un poco más de tiempo porque no puedo irme a mi pueblo y a mis escritos sin decir esto, yo creo que me muero si no lo digo, siento un orgullo especial muy mío por Renovación y por ustedes. Sostener este proyecto 90 años, generación tras generación, es una labor de héroes y de próceres, es una labor de patriotas de hijos de Juan Pablo Duarte, de Gregorio Luperón y de Emilio Prud'Homme sépase. Estos niños que han pasado durante más de dos décadas por nuestras manos, hablo por Eleonor y por mí y por Pura Emeterio que está allá en el cielo, fue parte de este proyecto también. Estos niños que pasan cada año por esas aulas, por esa biblioteca de Renovación, es la mejor siembra que se puede haber hecho por este país, en un momento en que el mundo se descalabra ante nuestros ojos, en un momento en que las cárceles ya no tienen espacio para más delincuentes, en un momento en que hasta la fe de nosotros mismos puede de pronto tambalearse. Estos niños son la mejor inversión que se puede hacer para el futuro de este país, lo digo con toda propiedad y con toda sinceridad de ánimo .Yo felicito a Renovación, a Lilian Russo y al ejército que antes le precedió y la hueste que sigue con ella al pie del cañón dando la batalla día por día, año por año.
Esas composiciones que yo sin ningún titubeo escogí Por Nuestro País Primero para dar estas premiaciones son palabras que salen de lo más puro de estos nuevos dominicanos, son versos que te emocionan y son cuentos que te asombran y que te dan esperanza en nuestro porvenir.
 Muchas gracias.

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